LOS PICÓ EN TURBO ANTIOQUIA
Turbo
es un municipio pluricultural y una de sus cultura es la “música” por eso se vio en la necesidad de crear picó. Para darle
al público una mejor forma de divertirse
Movidos de pronto por
la nostalgia de la época dorada de las verbenas, aquellos bailes de fin de
semana que alegraban el corazón de las barriadas. O tal vez por las exigencias
del momento sobre el impacto ambiental sonoro.
O por ambas razones;
los picó de turbo, que simbolizan en vastos sectores populares de la ciudad la
llamada cultura musical picotera, han retornado a sus viejas raíces de bafles y
columnas multicolores, para darles un nuevo tono y colorido a las fiestas de
los barrios.
Las poderosas máquinas
sonoras de la actualidad, torres gigantescas compuestas por un sofisticado
sistema de parlantes fraccionados, que semejan más las amplificaciones
orquestales, y que se apartan del concepto original del picó, tienden a
desaparecer ante el entusiasmo inusitado con el que se están construyendo los
llamados ‘picó’, que no son otra cosa que los picó de gran tamaño , los
‘escaparates’, como también los llamaban, pero adaptados a la tecnología del
momento con la producción de un sonido más puro, fino y tolerable.
Con el modelo ‘Turbo’
se regresa al bafle central, decorado con una pintura emblemática para cada
aparato, y que constituye su sello particular de identidad, inviolable y
respetado por los demás.
“Cuando se modificó el
formato original del picó, se perdió su esencia y autenticidad. El dibujo que
los identificaba desapareció para darles paso a luces y efectos discotequeros
de humos y vídeo. La música cambió, de la salsa y otros ritmos tropicales se
pasó a la champeta; y el ambiente festivo de alegría que había a su alrededor
se degeneró en muchos conflictos y rivalidades que ensombrecieron esta
representación cultural
MONSTRUOS DE SONIDO
“Con los ‘picó’
también sucedió otro fenómeno, sus propietarios se empecinaron en crear unos
auténticos monstruos de sonido, con equipos de amplificación de última
tecnología importados, que los hicieron inviables, pues las potencias de su
sonoridad excedían la capacidad de decibles soportables por las comunidades, e
incluso, de los mismos asistentes a las fiestas, lo que provocó muchos malestares
sobre su conveniencia”
ACEPTADOS POR LOS JÓVENES
Cuando empezaron a
darse los pasos a los picó los jóvenes empezaron a dejar de ir de paso,
trabajar o estudiar por darle más importancia a los picó. Además del elemento
novedoso de un improvisado locutor, que micrófono en mano muchas veces
vociferaba e incitaba a la violencia en los bailes, en vez de animar la fiesta.
“Eso ya está superado, los ‘pelaos’ están maravillados con los ‘pico’, los han aceptado y recibido muy bien, pues para ellos es algo nuevo, pues no los conocían sino por referencia de sus padres. Estamos en un buen balance de aceptación entre gente adulta y jóvenes. Es decir, les satisface a todos, ya que les hemos dado su toque de modernidad”,